Evento
1 Noviembre 2025 8 min de lectura

🌼 Primer Festival Vida y Muerte Comunitario: Un Encuentro que Nos Marcó a Todos

El 1 de noviembre de 2025 celebramos el Primer Festival Vida y Muerte Comunitario en el Jardín Botánico Kiiwik, un encuentro que unió tradiciones, música, comunidad y aprendizaje. Esta es la historia real: lo que vivimos, lo que nos dejó y lo que nos inspira a seguir construyendo Yucatán Comunitario.

Primer Festival Vida y Muerte Comunitario en Jardín Botánico Kiiwik

Misael León

Representante de Grupo 2thetrip Transporte y Turismo, Mondante Turismo Comunitario y Yucatán Comunitario

El 1 de noviembre de 2025 vivimos algo que jamás vamos a olvidar. Hoy quiero dejar en estas líneas un pedacito de lo que significó este evento para mí… y para toda la gente que lo hizo posible.

Un día donde la comunidad brilló

Lo diré como es: me siento profundamente agradecido.

La gente de Tecoh

Con el equipo que vino desde Timucuy, Mérida y el mismo Tecoh, quienes dieron alma al evento.

Los artesanos

De Sotuta y Tecoh que llegaron con toda su creatividad y talento para compartir su arte.

Los proveedores

Que no fallaron y que con su compromiso nos permitieron cumplir con todo lo prometido.

El municipio

Que dio su apoyo y estuvo presente en todo momento, respaldando esta iniciativa comunitaria.

Jardín Botánico Kiiwik

La familia que forma este espacio mágico que nos acogió para celebrar vida y muerte.

Staff y músicos

Los DJ's, jaraneros y la charanga que encendieron el ambiente para que todos gozaran.

Y qué decir de los turistas y visitantes. Verlos disfrutar, convivir, sonreír y querer regresar… esa fue nuestra verdadera ganancia.

Invertimos mucho, sí. Pero el retorno más valioso fueron esas caras felices y ese sentimiento de "lo logramos".

También hubo aprendizajes —y de los buenos

Aquí va la parte que también debe contarse, porque el turismo comunitario no es puro romanticismo: es trabajo real, responsabilidad compartida y respeto mutuo.

Hubo personas a quienes en repetidas ocasiones apoyamos, a quienes les ofrecimos espacios sin costo para que pudieran vender y promover sus artesanías. Lo hicimos con gusto, porque esa es la esencia de este proyecto: abrir caminos.

Pero la realidad es que hubo poca o nula participación por parte de algunos. Da para reflexionar, porque a veces cuando algo no implica inversión económica, tampoco recibe el valor que merece.

Me quedé pensando:

¿Habría sido distinto si hubiéramos cobrado?

¿No lo valoraron por ser el primer evento?

¿Había desinterés… o desconfianza?

Lo curioso es que hablamos de gente que me conoce, que ha trabajado conmigo, que sabe mi trayectoria transparente y honesta. Ese día los necesité, y simplemente no estuvieron.

No es un reclamo. Es un recordatorio.

Un llamado a reevaluar relaciones laborales y colaboraciones futuras, porque al final del día puedo seguir considerándolos amig@s, pero con los proyectos y las comunidades no se juega. La confianza también se cuida y se honra.

El inicio de algo más grande

A pesar de esos detalles, sostengo esto con firmeza: el festival fue un éxito.

No perfecto —porque nada que esté vivo lo es— pero sí real, auténtico, lleno de energía y de espíritu comunitario.

Y este fue solo el primero.

Vendrán más, mejores y más fuertes.

Con reglas claras, con procesos más estrictos, y con gente que realmente crea en esto.

Porque Yucatán Comunitario no es solo una idea.

Es un movimiento.

Un tejido.

Una forma de caminar juntos.

Únete al movimiento

Si crees en el turismo comunitario auténtico y quieres ser parte de las próximas ediciones, contáctanos.